Charla de Alberto Arregui
Agustín Romero/Sevilla
El 27 de febrero del 2013, con motivo del 37 Aniversario de la Matanza de Vitoria del 3 de marzo de 1976, se celebraron varias charlas-debates en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria-Gasteiz. Estas jornadas sobre la Transición y el 3 de Marzo del 76 fueron organizadas por Ezker Anitza-IU de Araba.
Uno de los ponentes fue Alberto Arregui, conocido entre sus amigos y compañeros como Manu en aquellos años de la Transición. Como algunos de los presentes en las jornadas, él vivió en primera persona los avatares de aquel proceso. En 2013, Alberto era miembro de la Presidencia de IU Federal. Revolucionario y marxista convencido, y gran admirador de los clásicos, tanto de los filósofos griegos como marxistas. También entusiasta y estudioso de la obra de Rosa Luxemburgo, el “águila que vuela por encima de los demás”, frase de Lenin que se ocultó por el estalinismo, Alberto prologó el clásico Reforma social o Revolución de Rosa.
En su exposición de Vitoria respondía a quienes hablaban de una “Transición sin traumas” afirmando: “Ni fue sin traumas, ni pacífica… más de 600 muertos”. “La Transición es lo que ha permitido que el asesino de Yolanda González [Emilio Hellín Moro] siga trabajando como perito para instituciones del Estado y colaborando en los últimos años de manera regular con varias Administraciones públicas y con la Guardia Civil”.
Su valoración de la Transición tiene hoy un enorme interés: “El propio termino es confuso… la palabra tiene un significado más profundo, lo que quiere decir es que [las clases dominantes] se salvaron por los pelos, tenían que pasar un abismo y lo pasaron”.
“No es un periodo histórico normal, en los que la política está en manos de los profesionales, es un periodo histórico excepcional. Lo que hace que no sea normal es la participación activa de las gentes normales en la política, como está pasando ahora, por cierto. Elementos como el 15M, luchas de ahora, hay paralelismos cuando hablamos de periodos históricos excepcionales”.
“No podemos entender lo que está pasando ahora (15M) si no entendemos la Transición. Cada generación está marcada por unos acontecimientos, la de la Transición está marcada por la Guerra Civil, a pesar de no haberla vivido… y los hechos actuales (15M) están marcados por la Transición. Es lo que Marx decía “los muertos se agarran a los vivos”, la historia pasada domina nuestro presente”.
El único fin de Alberto Arregui era la lucha por el socialismo, no por “sentimentalismo” sino por el estudio científico de la sociedad y sus contradicciones. Muchos de su generación llegaron a ser ministros o consejeros del Estado, él prefirió los pormenores de la revolución, aunque eso significara vivir con las estrecheces diarias de una familia trabajadora, y hasta el día antes de su fallecimiento, el martes 15 de enero de 2019 (coincidiendo con el 15 de enero 1919, día del asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, por orden del gobierno socialdemócrata alemán) estuvo en una tribuna, en una reunión de IU defendiendo las ideas del socialismo y aconsejando a la dirección de IU sobre el cambio de situación, explicando que había que dotar a los trabajadores de la organización democrática y del método marxista para transformar la sociedad. Que sirva esta charla para estudiar y aprender del periodo de la Transición, para que los procesos que depararán a nuestra clase en el futuro no nos cojan desprevenidos. Quien no aprende de la historia, está condenado a repetirla.
Alberto Arregui fue autor de varios libros, uno de ellos sobre el nacionalismo y el derecho de autodeterminación, Euskadi: Autodeterminación y Socialismo, una obra imprescindible para entender la cuestión nacional en el Estado Español. Además, tiene una gran cantidad de artículos y charlas sobre Teoría del Estado, las Internacionales obreras, la Revolución Rusa, la Guerra Civil 36-39, la Revolución de Portugal, la Transición Española, la historia del Movimiento Obrero, economía marxista, sociología y política… no había ninguna ciencia social que no entendiera, explicara y la proyectara dentro de la lucha de clases. Explicaba como nadie la Plusvalía y la Teoría del Valor, de una manera comprensible. Su última aportación fue la introducción a la obra maestra de John Reed Diez días que estremecieron al mundo. Y como no, destacar sus magistrales charlas y aportaciones para comprender las perspectivas y los procesos, no solo de la política de aquí sino la de los procesos revolucionarios en todos los países. Cuantas veces se adelantaba a los procesos, o nos avisaba de que ya estaba finalizado y había que estudiar la nueva situación. Le gustaba recordarnos la importancia de la dialéctica para entender los procesos de la revolución y de la contrarrevolución. Puedo decir que fue uno de los grandes estudiosos del marxismo en el Estado Español de final del Siglo XX y principio del XXI.