* “Sin energía. Pequeña guía para el Gran Descenso”, editorial Alfabeto, noviembre de 2022
Jordi Escuer
La última publicación de Antonio Turiel, «Sin energía», es una lectura imprescindible pues, de forma breve y didáctica, nos permite entender los márgenes en que nos sitúa de forma prácticamente inmediata la actual crisis energética. Este trabajo complementa su anterior obra, «Petrocalipsis».
En sus 100 páginas queda expuesto qué diferentes crisis coinciden:
– La caída en la disponibilidad de recursos en energía fósil y su mayor costo, que las hace inviables técnica y económicamente. Ahí entra, en primer lugar, la falta cada vez mayor de diésel, que ya es una realidad y está afectando al transporte y a la agricultura.
– El agotamiento de los recursos minerales.
– El efecto de la crisis energética en las producción de alimentos, tanto por el efecto en el uso de maquinaria agrícola como en la producción de fertilizantes artificiales.
– Las consecuencias de la menor disponibilidad de los recursos energéticos y minerales, y su mayor coste de producción, que provoca la tendencia al alza de los precios y, sobre todo, una gran volatilidad de los mismos, al tiempo que va excluyendo cada vez a más población del acceso a los recursos básicos.
– La imposibilidad técnica de mantener con renovables el actual sistema energético, en su dimensión, y la inevitabilidad de apagones en plazos próximos.
– El desarrollo de un nuevo colonialismo basado en el expolio de los recursos naturales de los países más débiles por las grandes potencias, para producir energías renovables.
“Este último trabajo de Turiel, como los anteriores, nos ayuda a comprender la crisis que vivimos y a buscar una salida. Una lectura altamente recomendable.”
Jordi Escuer
Pero, dicho esto, querría resaltar dos aspectos de este libro que lo hacen muy interesante. El primero, porque pone sobre la mesa distintos datos que permiten ver la viabilidad de afrontar la actual crisis. Sólo resaltar tres de ellas:
– En torno al 40% de todo el petróleo que se consume en el planeta, se emplea en el transporte de los combustibles fósiles.
– Un 25% del petróleo que se consume en países industrializados se usa en los coches particulares. Mientras en Madrid el 53%1 de las personas se mueve en coche para ir a trabajar, en Viena esa proporción es del 25%2.
– El transporte por carretera supone en Europa un 25-30% adicional.
Y hay más factores que permitirían un ahorro drástico de energía. En el libro se hace referencia a varios estudios que demuestran que «se podría garantizar un nivel de vida decente con un nivel de consumo de energía y materiales per cápita que sería alrededor de una décima parte del que tenemos ahora mismo en España”.

Turiel afirma que «en una situación de emergencia, podríamos reducir en pocos meses nuestro consumo energético y material a una tercera parte de lo que es ahora sin mermar nuestro nivel de vida». Y prosigue, «la mayor parte de nuestro consumo de energía y materiales no redunda en una mejora real de nuestras condiciones de vida. Se hace porque responde a la lógica de un sistema económico que busca la acumulación de capital y el crecimiento económico sin límites».
En palabras de Turiel: «La escasez de energía y de materiales no constituye un determinante de qué sociedad se puede construir en el futuro, sino tan solo un condicionante: no os dice qué podemos hacer, más bien qué no podemos hacer».
El segundo tema que trae a debate es que «ningún poder político se plantea seriamente implementar medidas semejantes, ya que el capitalismo (o más exactamente, el crecimiento económico, puesto que el comunismo adolece de los mismos problemas de insostenibilidad) es incuestionable».
Tiene razón Turiel al decir que el «comunismo», si por eso entendemos el sistema que dominó la URSS y los antiguos países de su bloque, adolecían de un problema de insostenibilidad ecológica.
“El sistema puede aceptar «decrecimiento» mientras se siga llevando una porción de la menguante tarta económica en forma de beneficios. El problema son las consecuencias sociales y ecológicas de que el capitalismo no sea superado.”
Jordi Escuer
Pero es que el socialismo no tiene porque seguir los pasos de la URSS en el futuro, sino que puede tomar una senda muy distinta, basada en una producción sostenible, relocalizada, democrática, coordinada y, a la vez, distribuida. La tarea de llenar de contenido el socialismo en nuestra época es una tarea pendiente de la izquierda transformadora, que debemos resolver mediante el debate y la labor colectiva. Y ya hay en la sociedad los elementos prácticos y experiencias que nos permiten concretar qué pasos habría que dar para una transformación social superadora del capitalismo y que nos llevase hacia un sociedad de carácter socialista y democrática, sin caer en una degeneración burocrática y autoritaria.
Y una apostilla para el debate: aunque el capitalismo tiene una tendencia clara al «crecimiento infinito», su tendencia decisiva es a la «acumulación de capital», o expresada en de forma más simple, a acumular ganancias, beneficios. Por eso el «decrecimiento», en la medida que constata una realidad —el agotamiento de los recursos en relación con el actual sistema de producción—, es inevitable y lo está provocando el propio sistema con crisis y guerras, que no son sino la forma capitalista de “decrecer”. El sistema puede aceptar «decrecimiento» mientras se siga llevando una porción de la menguante tarta económica en forma de beneficios. El problema son las consecuencias sociales y ecológicas de que el capitalismo no sea superado.
Es bueno recuperar lo que el autor decía en Petrocalipsis: “…el problema real no es la energía, sino el capitalismo». La forma de actuar de las corporaciones capitalistas nos es casual, responde a una lógica y a unas relaciones de propiedad. Una minoría posee la mayoría de las fuerzas productivas y compite por el máximo beneficio, provocando un desastre social tras otro.
En cualquier caso, este último trabajo de Turiel, como los anteriores, nos ayuda a comprender la crisis que vivimos y a buscar una salida. Una lectura altamente recomendable.

1 https://www.autofacil.es/movilidad/desplazan-madrilenos-diariamente/184299.html
2 https://elpais.com/elpais/2019/07/22/seres_urbanos/1563800755_572705.html