Luis Buñuel y Romareda. La hipocresía de los mayordomos

2 Feb, 2023 | La Izquierda, Movimientos sociales

Pepe Fernández y Nacho Martínez

* Pepe Fernández es un destacado activista y comunicador social, involucrado en la Asamblea del CSC Luis Buñuel. Nacho Martínez es militante de Izquierda Unida y fue asesor de la Delegación de Deporte del Gobierno de Zaragoza en Común (2015-2019)

EL LUIS BUÑUEL

El edificio donde hoy se ubica el Centro Social Luis Buñuel fue un instituto de enseñanza secundaria situado en el casco histórico de Zaragoza. En 2006, el instituto fue trasladado al cercano barrio de La Química o Almozara. El inmueble fue abandonado por las instituciones, encaminándolo a una ruina segura y posterior demolición, con la más que probable colaboración de la “iniciativa privada” y sus expectativas especuladoras.

El casco histórico o “viejo” se ha ido convirtiendo, a lo largo de las décadas, en un barrio con un porcentaje muy alto de infraviviendas a las que acceden personas con bajas rentas, con falta de equipamientos sociales y de los edificios necesarios para cualquier tipo de función social. ¿Cómo es posible que se abandone un edificio en un barrio con múltiples necesidades sociales? Ante esto, leyes, jueces, partidos políticos de la derecha y sus medios de comunicación no tenían, ni tienen, nada que decir. Tampoco la Plataforma escuela y despensa a la que luego volveremos.

Ante esta irresponsabilidad institucional (en el mejor de los casos), varios colectivos decidieron dar uso al edificio creando un centro social. Asociaciones de vecinos, colectivos del 15-M y otras organizaciones de carácter social dieron vida a lo que estaba destinado a la ruina. Con sus medios, su trabajo y múltiples esfuerzos individuales y colectivos consiguieron llenar de contenido social al edificio, que a su vez se ha convertido en un dinamizador del barrio donde se asienta y, por tanto, de parte de la ciudad por su céntrica ubicación.

En el Centro Social Luis Buñuel no cabe el lucro, las decisiones se toman en asambleas, siendo la participación libre y voluntaria. También las obligaciones se comparten. Todo parecía ir bien, pero no era así, existía un grave problema. El problema, para una minoría de la sociedad que acapara un gran poder, es que el Centro Social Luis Buñuel funciona. Los defensores del liberalismo no pueden permitir un cuestionamiento práctico de los principios del sacrosanto beneficio. Y las instituciones a su servicio tienen que extirpar de raíz cualquier ejemplo que cuestione la filosofía del sistema económico.

El éxito del Centro Social Luis Buñuel es el origen de sus problemas. Haber creado una ludoteca y una biblioteca públicas, haber dado espacios; desde a una banda de música a una “olla solidaria” en la que se da comida a quien no tiene. Haber sido capaces de ofrecer a los vecinos del barrio un lugar donde reunirse y desarrollar la creatividad social, incluso organizar un horario para pedir cita para vacunarse del COVID a aquellos que no disponen de internet. Son infinidad de ejemplos y acciones cotidianas que mejoran la vida de las personas, de su barrio y de su ciudad. Todo ello con escasos costes económicos, sustituyendo la falta de ingresos por una gran ilusión y trabajo colectivo.

LA TÉCNICA ENMASCARADORA

No conocemos en profundidad las cuestiones de técnica administrativa, ni las jurídicas, que ha determinado la orden de desalojo por parte del Ayuntamiento de Zaragoza, gobernado por una coalición PP-Cs con el apoyo necesario de VOX. Lo que si sabemos (de sobras) es que, las más de las veces, se pretende confundir con una complejidad técnica los intereses de la minoría social que nos gobierna. Se pretende alejar al resto de la sociedad de los debates y cuestiones políticas de fondo con marrullerías de leguleyo. En este caso, como en tantos otros, lo que parece es lo que hay: no les gusta el ejemplo del Luis Buñuel y hay que hacer lo posible para acabar con él.

Foto Arainfo. Manifestación en apoyo al CSC Luis Buñuel.

Resumiendo mucho la cuestión técnica, cabe destacar que en marzo de 2018, el gobierno municipal de Zaragoza en Común y el Centro Social Luis Buñuel firman un convenio por el que se cede a los segundos el uso del edificio. La derecha y sus medios se oponen y lo califican de “amiguismo”. “Sorprendentemente”, la decisión es recurrida antes los tribunales por una organización llamada Plataforma Escuela y Despensa, conocida por defender la enseñanza concertada y cuya única función social es tratar de privilegiar la educación privada, recurre la decisión puesto que ha sido una “adjudicación directa” (como si la cesión careciera de la suficiente justificación sociocultural para el barrio y la ciudad). En el recurso también participan la Asociación Migrante Aragón-Fama, Comerciantes y Profesionales de Conde Aranda, Portillo y Adyacentes, y Zaragoza Antigua. Nos resulta imposible encontrar, entre todas ellas, ninguna labor social, ni ninguna denuncia, ni acción consecuente, cuando el edificio se encaminaba hacia la ruina.

¿Por qué será que no nos extraña que la “justicia” diera la razón a quién solo pretende impedir el funcionamiento del Centro Social Luis Buñuel? Es lo de siempre, o casi siempre. En noviembre de 2019, la “justicia” anuló la cesión del equipamiento al Centro Social Luis Buñuel, utilizando muchos de los argumentos del PP, por ejemplo, que la cesión se hizo por amiguismo. Con la sentencia a su favor el gobierno municipal aprovecha para tratar de impedir el normal funcionamiento del centro cortándole la calefacción y amenazando con el desalojo. Proponen convertirlo en un Centro Cívico “institucionalizado” y un Centro de Mayores que de servicio al barrio. En este caso, no utilizan su argumento habitual para externalizar cualquier servicio público y según su teoría, evitar costes a los ciudadanos. Eso sí, queda en el aire la posterior gestión del “Centro” que proponen, y en un Ayuntamiento con una plantilla insuficiente… Igual alguien ya está pensando en gestionar la instalación mediante contrata o concesión.

Recientemente Migui en “Viñetas desde la barricada” abordó esta misma cuestión.

En el mismo sentido, es necesario denunciar lo poco creíble y/o cuestionable de su propuesta de Centro Cívico / Centro de Mayores. Por un lado: hasta ahora los pasos dados y el presupuesto consignado (mediante partidas o encargos), justo unos meses antes del final del mandato, no garantiza para nada la puesta en marcha del proyecto. Por tanto, es más que razonable la posible no materialización del proyecto. Y por el otro: es perfectamente compatible un equipamiento público en el edificio (como un Centro de Mayores) con el mantenimiento del CSC Luis Buñuel. Es un edificio grande que lo permitiría. Y es necesario remarcar que buena parte del papel dinamizador de los Centros Cívicos en los barrios ya lo cumple el Centro Comunitario y Social. Eventos culturales de todo tipo, espacio para talleres o actividades, salas o espacios para reuniones de asociaciones o colectivos. Y sí, también actividades preferidas por la gente “mayor” del barrio.

Finalmente el día 29 de diciembre de 2022 se insta al desalojo de la instalación. Lo que ha generado un amplio movimiento de apoyo a este Centro Social y movilizaciones para impedir que los planes de la derecha se ejecuten. Se está a la espera de que se produzca el intento de desalojo en cualquier momento. El Gobierno, de una parte de la ciudad, pretende dejar todo atado y bien atado, ante el riesgo de que no les den los números en las elecciones municipales de mayo. Su único objetivo es la destrucción del CSC Luis Buñuel.

EL REAL ZARAGOZA

El Real Zaragoza fue fundado en 1932 tras la fusión de varios equipos, desde entonces ha sido el referente futbolístico profesional de la ciudad, siendo a lo largo de los años el club con más aficionados. En septiembre de 1992 dejó de ser club para pasar a ser Sociedad Anónima Deportiva. Lo que supuso la privatización de clubs que hasta entonces habían pertenecido a los socios que elegían mediante votación a sus rectores por periodos de cuatro años. Este cambio fue una imposición del Gobierno del PSOE con los argumentos, hoy demostrados falaces, que defiende el liberalismo: se reduciría la deuda, se mejoraría la gestión, etc.

El club es comprado por Alfonso Soláns Serrano, dueño una de las más grandes empresas de Zaragoza: Pikolin. Tras su fallecimiento es sustituido por su hijo Alfonso Soláns Soláns. En mayo de 2006, el club es vendido a Agapito Iglesias, empresario de la construcción que se había enriquecido con negocios de la construcción en la época previa a la crisis de 2008. En esta operación, se involucran importantes dirigentes del entonces partido en el Gobierno de Aragón, el PSOE. Agapito Iglesias, a su llegada, es jaleado por todos los medios de comunicación que lo apoyan en un proyecto basado en el crecimiento de la deuda con el teórico objetivo de convertir al equipo en uno de los punteros en España.

Foto. En 2019 la SAD Real Zaragoza entró en campaña apoyando a Jorge Azcón

Tras el fracaso estrepitoso de su gestión y acechado por varios escándalos y habiendo llevado la deuda a niveles insostenibles, Agapito Iglesias, se deshace del equipo, que es comprado por la Fundación Zaragoza 2032 en la se unen parte de las familias más poderosas de la ciudad. Entre otros: Cesar Alierta, ex presidente de Telefónica puesto en el cargo por José María Aznar, hijo del que fuera presidente del Real Zaragoza cuando se inauguró La Romareda en 1952 y alcalde franquista de la ciudad entre 1966 y 1970; Fernando de Yarza, en nombre de la familia propietaria de Heraldo de Aragón, que colaboró con el alzamiento nacional franquista durante la guerra civil española y su posterior régimen; Juan Forcén, importante empresario de la construcción de nuestra ciudad; Fernando Sainz de Varanda, sobrino político de Cesar Alierta e hijo de Ramón Sainz de Varanda primer alcalde del PSOE en la ciudad tras el fin de la dictadura de Franco.

Finalmente la Fundación de ilustres de la ciudad vende el club a un fondo inversor encabezado por Jorge Mas Canosa, hijo del empresario anticastrista de origen cubano con el mismo nombre. También pertenecen a este grupo Oughourlian, presidente de PRISA; Gustavo Serpa, presidente de Amber Capital Colombia.

En todos estos cambios de propiedad, si ha existido una constante, es la de que ninguno de los accionistas ni los respectivos miembros de los consejos de administración han puesto un céntimo de euro. Es cierto que ha habido avales, todos recuperados, incluso es posible que con beneficios. El oscurantismo en los distintos traspasos de titularidad nos impide concluir si han obtenido algún rendimiento de los avales.

En todo este periodo no se han dejado de pagar comisiones por fichajes y sueldos desproporcionados para un club endeudado; en algunos casos a jugadores que no han aportado nada, en otros a directivos o gestores del club. Se ha vendido a los pocos jugadores jóvenes de la cantera que alcanzaban visibilidad en el primer equipo, para obtener ingresos y se ha seguido deambulando por la segunda división del fútbol español.

LIBERALES DE PACOTILLA

La realidad, es que el Real Zaragoza estaría en bancarrota de ser una empresa con forma de Sociedad Anónima (que no hubiera contado con el respaldo y financiación de las instituciones públicas, claro). Hemos visto pasar distintos accionistas todos vinculados a las grandes familias y poderosos de la ciudad, los mismos, que en sus discursos hablan de la importancia de reducir impuestos y dejar ese dinero en las manos privadas de los ciudadanos, minimizando la participación de lo público en la economía. Podemos ver múltiples editoriales en este sentido en Heraldo de Aragón o diversos discursos del señor Alierta en el mismo sentido. Su receta es muy simple, recortar lo poco que las distintas administraciones invierten en bienestar social, para pagar menos impuestos y así fomentar que el mercado campe a sus anchas, sin la incómoda competencia –para ellos- de los servicios públicos, como la sanidad o la educación públicas.

Estos adalides del mercado y de la iniciativa privada omiten su discurso ante la publicidad institucional que inyecta miles de euros a Heraldo de Aragón, o para la financiación de sus proyectos “privados”. En su opinión, que el Real Zaragoza reciba dinero público es justo y necesario, además de ayudas y beneficios para cualquier tipo de proyecto empresarial encabezado por ellos.

Tal es así, que en la última campaña electoral, el entonces candidato del PP y el entonces presidente del Real Zaragoza, combinaron sus agendas para presentar conjuntamente un proyecto de Romareda, era la constatación del apoyo mutuo entre el Consejo de Administración del Real Zaragoza y el PP en nuestra ciudad. Fue una forma poco elegante de pedir el voto para los suyos, los rectores del Real Zaragoza apostaron fuerte por el PP. No es nada extraño, los hemos visto en los pasillos del ayuntamiento mostrar signos de amistad mutua y darse abrazos alborozados, ellos sí que son amigos y mucho. En cuanto al seguidismo de los dirigentes del PSOE, respecto de los del PP y de los del Real Zaragoza habría mucho que hablar. Ese seguidismo no impidió que el apoyo de la SAD fuera, y siga siendo, inequívoco al tener como referente al PP, dejando en la estacada al PSOE tantas veces como tengan oportunidad.

Tras mostrar su absoluta incapacidad para ascender al equipo a primera división, ni ser capaces de solventar la inmensa deuda del Real Zaragoza, los grandes zaragocistas y zaragozanos venden el club a un fondo de inversión privado. Este fondo no tiene ninguna vinculación conocida con nuestra ciudad y no viene a aportar nada, como todos los fondos de inversión su objetivo es ganar dinero, el máximo posible, sin atender a sentimentalismo ni ningún tipo de interés social.

¿Cómo es posible vender un club en segunda división y con la deuda del Real Zaragoza? Solo hay una forma, la sumisión de la institución más cercana al club a los intereses privados del fondo de inversión. ¿Dónde puede darse el beneficio? Además de con ayudas directas, con la cesión de La Romareda a largo plazo, es decir, privatizando lo público. ¿Habrá libre concurrencia? ¿Existirá publicidad? (Lo que exigen para el CSC Luis Buñuel) Parece una tomadura de pelo. Negocian abiertamente las condiciones de la cesión entre Azcón y el fondo de inversión, incluso la SAD pretendió que fueran representantes de todos los partidos políticos a negociar en un lugar elegido por ellos. Todo se va a hacer a su medida, todo estará atado y bien atado y no parece probable que ningún juez lo eche atrás, al igual que ha sucedido con la nueva clínica Quirón a la que se le ha hecho una modificación del PGOU a medida.

Primero nos dijeron que el Real Zaragoza iba a financiar la remodelación, posteriormente la SAD ha reconocido que no tiene dinero y que para captarlo necesita una cesión de los suelos a 75 años; de esta forma, según ellos, será posible que nuevos fondos de inversión o la banca privada financie la obra. ¿Con qué aval? Con los terrenos de la ciudad, con la apropiación privada de un bien público.

Hubo un momento en que nos dijeron que iban a intentar reproducir el modelo del nuevo Estadio de San Mamés en Bilbao. En ese caso, sigue siendo un club y no una SAD, el Athletic de Bilbao aportó los suelos del viejo San Mamés, después participaron el Ayuntamiento de Bilbao, el Gobierno Vasco, y la banca privada. Sabían que era una situación incomparable, no solo por la diferencia entre un club apegado a su territorio y no un fondo de inversión privado con el único interés del beneficio privado.

Foto. Jorge Mas, accionista mayoritario del fondo que dirige ahora la SAD Real Zaragoza, recibido por Jorge Azcón.

Daría para mucho recordar los constantes incumplimientos del Real Zaragoza en cuanto a los distintos acuerdos con el Ayuntamiento de la ciudad, de hecho, en la última cesión se especificaba que el mantenimiento de La Romareda era una obligación de la SAD; el mantenimiento de La Romareda es inexistente. Ninguna inversión destacable durante años y años en este sentido. Sin embargo la SAD constantemente se dirige al Ayuntamiento a pedir la ejecución de cualquier obra, por pequeña que sea. Volveremos a verlos incumplir, volverán a pedir más, a exigir financiación, apoyo y avales en un futuro próximo. Una vez, con la cesión garantizada a 70 o 75 años tendrán al Ayuntamiento, a la “justicia” y la ciudad a su merced.

No se quieren valorar las repercusiones que podrían tener los nuevos usos de los espacios donde se ubica La Romareda. Parece que pretenden convertirlo en un gran centro comercial, a 300 metros del mayor hospital de Aragón. Nadie habla de las afecciones en el tráfico, ni quien financiará los nuevos accesos necesarios. Todo hace prever que será una vez más el Ayuntamiento el que soporte con dinero público los beneficios privados de otros (y si estos dejan de existir en algún momento, asumirá las deudas).

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS

Efectivamente, comparar la cesión del Luis Buñuel con la de La Romareda es más que odiosa. No solo en este caso, hemos visto el puente de plata para La nueva clínica privada Quirón o la cesión al grupo Barceló por parte del Gobierno de Aragón de la estación de Canfranc para construir un hotel de 5 estrellas. No parece que ningún juez haya criticado el amiguismo y la falta de publicidad a la hora de trasladar bienes públicos a manos privadas.

Se podrá decir que nadie ha presentado denuncias en el caso del Hotel en Canfranc, da igual, en el caso de la Quirón si las ha habido y la justicia ha bendecido todo en pro de un supuesto interés social de la sanidad privada. En cualquier caso, no puede ser que las cesiones de lo público dependan de denuncias de terceros, no es posible expoliar el patrimonio público para fomentar intereses privados sin que la “justicia” actúe de motu propio. Claro que los poderosos se pueden permitir ir a sus tribunales, tienen recursos y amistades suficientes para batallar en uno de sus territorios preferidos. Mientras, los que defendemos lo público no tenemos esos recursos, ni nos desenvolvemos cómodamente en los ambientes elitistas en los que acaban por confirmarse estos atropellos a lo público.

Habrá que intentar recurrir en el caso Romareda, es lo mínimo que podemos hacer. Tendremos que recaudar fondos e intentar paralizar este despropósito. Tendremos que empujar para que el Centro Social Luis Buñuel siga siendo gestionado por quienes han demostrado una capacidad muy superior a todos los consejos de administración del Real Zaragoza en las últimas décadas. Es obvio que si el Real Zaragoza fuera un club gestionado por sus socios, difícilmente podría estar en una situación peor de la que se encuentra.

La izquierda debe de comprometerse con el mantenimiento del CSC Luis Buñuel si consigue el Gobierno.

La izquierda política y social debe plantar cara ante este tipo de atropellos. No podemos ceder más, ni caer en viejas trampas del consenso en los grandes proyectos. Debemos apoyar la movilización para mantener el Centro Social Luis Buñuel y cualquier otra que trate de evitar el expolio de lo público.

La movilización es lo determinante, pero no deja de ser importante lo que hagan los representantes de la izquierda en la institución. Tendríamos que ser capaces de ofrecer una alternativa viable y creíble si se diera un triunfo de la izquierda en las elecciones de mayo de 2023. Lanzar un mensaje claro, el Centro Social Luis Buñuel seguirá existiendo si se consigue un gobierno de izquierdas en la ciudad. Deberíamos ser capaces de establecer las prioridades en el uso de los recursos públicos y por supuesto negarnos a cualquier cesión de suelo o equipamientos a fondos de inversión privados. Podemos ilusionar, aún en candidaturas distintas, si todas nos comprometemos a perseguir un Gobierno de izquierdas con un programa de izquierdas. La derrota del Luis Buñuel puede ser la derrota electoral que de otros cuatro años de barra libre a la derecha. Su victoria puede ser un aliento para un gobierno de izquierdas.

Y para ilusionar, no basta con decir lo que haremos si gobernamos. Desde el conjunto de la oposición deberíamos sumarnos a las movilizaciones del Centro Social Luis Buñuel. Ser su altavoz en la institución. A la vez que debemos negarnos rotundamente a la cesión de un equipamiento público a un fondo de inversión privado.

Lamentamos la posición de la dirección del PSOE en nuestra ciudad, que parece contentarse con que la cesión y usos de la Nueva Romareda sea a 40 años y no a 70. También lamentamos la posición del Grupo Municipal de Podemos, al que llamamos a reconsiderar su posición, que se resume en un apoyo a la cesión de la Nueva Romareda a cambio de una Ciudad del Deporte que nunca se construirá. Tampoco, respecto al Centro Social Luis Buñuel han estado muy acertados los compañeros que dirigen Podemos Zaragoza, alegando que no se puede hacer nada contra una sentencia judicial y ofreciendo espacios públicos, en otro distrito que no anda sobrado de esos espacios, para que puedan realizarse esas actividades. Es un brindis al sol de mal gusto. Nos encantaría ver en estos compañeros y compañeras la actitud combativa que ha mostrado Ione Belarra respecto a Juan Roig al que ha llamado “capitalista despiadado”, denunciando su papel social y los intereses que le mueven. No hay nada distinto entre Roig, Alierta, Mas Canosa o el grupo Heraldo.

SALVEMOS EL BUÑUEL

NINGUN TERRENO PÚBLICO A UN FONDO DE INVERSIÓN PRIVADO.

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